La obra fue realizada en 1817 por el escultor genovés Santiago Baglietto Gierra, para la Cofradía del Santísimo Sacramento y Benditas Ánimas de la Parroquia de San Pedro, siendo formalizado el encargo y abonado su importe por el mayordomo de dicha Cofradía: Narciso Oñate.
Nuestro Padre Jesús, al que se comenzó a llamar “de la Penitencia” tras su incorporación a la Cofradía del Stmo. Cristo de la Esperanza en 1956, es una imagen de tamaño natural, tallada en madera la cabeza, manos y pies. Sigue el esquema iconográfico del titular de la murciana Cofradía de Jesús: Parece caminar, adelanta el pie izquierdo, coloca la cruz sobre su hombro izquierdo y gira la cabeza al lado derecho clavando la mirada en los fieles. La imagen incluye postizos que contribuyen a darle verismo: peluca de cabello natural, pestañas, túnica morada, cíngulo, fiador y corona de espinas.
En mayo de 1931, en la primera profanación de que fue objeto la iglesia de San Pedro, la imagen de Ntro. Padre Jesús, que entonces ocupaba la segunda capilla del lado de la Epístola (hoy de la Virgen de Fátima), fue seriamente dañada, conservándose, únicamente, la mascarilla del rostro. Tras la Guerra Civil, una familia devota del Nazareno se ocupó de encargar su restauración al escultor José Lozano Roca quien talló los nuevos pies y manos, recomponiendo el cuerpo con una estructura de devanaderas. La imagen restaurada fue expuesta al culto en el presbiterio de la iglesia en los primeros días del mes de diciembre de 1939.
El 22 de junio de 1986 el Nazareno de la Penitencia volvió a ser profanado, prendiéndole fuego cuando se encontraba en su hornacina. Afortunadamente, y aunque los daños sufridos fueron muy importantes, la imagen no llegó a desaparecer, siendo restaurada por José Sánchez Lozano y bendecida, totalmente, restaurada el 29 de marzo de 1987. A pesar de las profundas intervenciones de que ha sido objeto, el Nazareno de San Pedro ha conservado las características propias de Santiago Baglietto: Canon alargado en el rostro y nariz, ojos entreabiertos en un gesto de tristeza y nostalgia, y amplia abertura de la boca en la que se aprecia la colocación levantada y retranqueada de la lengua. Su características formales hacen de la imagen de Ntro. Padre Jesús de la Penitencia una pieza única por constituir un puente de unión entre la imaginaría religiosa murciana de los siglos XVIII y XX.
En el año 2017 este estreno una nueva cruz alborea para su salida en procesión Domingo de Ramos, completando así un Nazareno único en nuestra Semana Santa.